El tercer trabajo es un bodegón, y para hacerlo emplee la técnica de puntillismo con rotuladores de punta fina.
Para empezar hice el dibujo a lápiz y marqué el contorno con un rotulador negro y empecé a pintar el tarro:
El puntillismo es una técnica pictórica que consiste en representar la vibración luminosa mediante la aplicación de puntos que, al ser vistos desde una cierta distancia, componen figuras y paisajes bien definidos. Los puntos deben ser de un tamaño similar, y los colores no se mezclan, siendo el espectador el que lo hace visualmente. Resulta una técnica sencilla a la par de compleja, ya que hay que ser cuidadoso a la hora de hacer los puntos para que no desentonen unos con otros y demás. Además, lleva mucho tiempo y se precisa mucha paciencia y, en mi caso, los rotuladores que emplee tardaban en secar y llegaba un momento en el que no podía continuar sin esperar a que se secase el dibujo para no estropearlo accidentalmente.
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